1– Apresúrate, oh Dios, a rescatarme; ¡apresúrate, SEÑOR, a socorrerme! (Ps 40,13)2Que sean avergonzados y confundidos los que procuran matarme. Que retrocedan humillados todos los que desean mi ruina.3Que vuelvan sobre sus pasos, avergonzados, todos los que se burlan de mí.4Pero que todos los que te buscan se alegren en ti y se regocijen; que los que aman tu salvación digan siempre: «¡Sea Dios exaltado!»5Yo soy pobre y estoy necesitado; ¡ven pronto a mí, oh Dios! Tú eres mi socorro y mi libertador; ¡no te demores, SEÑOR!