Al director musical. Sígase la tonada de«No destruyas». Mictam de David, cuando David había huido de Saúl y estaba en una cueva.
1– Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro. (Ps 57,7; Ps 108,1)2Clamo al Dios Altísimo, al Dios que me brinda su apoyo.3Desde el cielo me tiende la mano y me salva; reprende a mis perseguidores. Selah ¡Dios me envía su amor y su verdad!4Me encuentro en medio de leones, rodeado de gente rapaz. Sus dientes son lanzas y flechas; su lengua, una espada afilada.5Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos, ¡tu gloria cubre toda la tierra!6Tendieron una red en mi camino, y mi ánimo quedó por los suelos. En mi senda cavaron una fosa, pero ellos mismos cayeron en ella. Selah7Firme está, oh Dios, mi corazón; firme está mi corazón. Voy a cantarte salmos.8¡Despierta, alma mía! ¡Despertad, arpa y lira! ¡Haré despertar al nuevo día!9Te alabaré, Señor, entre los pueblos, te cantaré salmos entre las naciones.10Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos; ¡tu verdad llega hasta el firmamento!11¡Tú, oh Dios, estás sobre los cielos; tu gloria cubre toda la tierra!