Masquil de David. Cuando estaba en la cueva. Oración.
1A gritos, le pido al SEÑOR ayuda; a gritos, le pido al SEÑOR compasión.2Ante él expongo mis quejas; ante él expreso mis angustias.3Cuando ya no me queda aliento, tú me muestras el camino.[1] Por la senda que transito, algunos me han tendido una trampa.4Mira a mi derecha, y ve: nadie me tiende la mano. No tengo dónde refugiarme; por mí nadie se preocupa.5A ti, SEÑOR, te pido ayuda; a ti te digo: «Tú eres mi refugio, mi porción en la tierra de los vivos».6Atiende a mi clamor, porque me siento muy débil; líbrame de mis perseguidores, porque son más fuertes que yo.7Sácame de la prisión, para que alabe yo tu nombre. Los justos se reunirán en torno a mí por la bondad que me has mostrado.