1Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto.2Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.3―Si eres el Hijo de Dios —le propuso el diablo—, dile a esta piedra que se convierta en pan.4Jesús le respondió: ―Escrito está: “No solo de pan vive el hombre”. (5Mo 8,3)5Entonces el diablo lo llevó a un lugar alto y le mostró en un instante todos los reinos del mundo.6―Sobre estos reinos y todo su esplendor —le dijo—, te daré la autoridad, porque a mí me ha sido entregada, y puedo dársela a quien yo quiera.7Así que, si me adoras, todo será tuyo. Jesús le contestó:8―Escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”. (5Mo 6,13)9El diablo lo llevó luego a Jerusalén e hizo que se pusiera de pie en la parte más alta del templo, y le dijo: ―Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate de aquí!10Pues escrito está: »“Ordenará que sus ángeles te cuiden. Te sostendrán en sus manos11para que no tropieces con piedra alguna”». (Ps 91,11; Ps 91,12)12―También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le replicó Jesús. (5Mo 6,16)13Así que el diablo, habiendo agotado todo recurso de tentación, lo dejó hasta otra oportunidad.
Rechazan a Jesús en Nazaret
14Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y se extendió su fama por toda aquella región.15Enseñaba en las sinagogas, y todos lo admiraban.16Fue a Nazaret, donde se había criado, y un sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre. Se levantó para hacer la lectura,17y le entregaron el libro del profeta Isaías. Al desenrollarlo, encontró el lugar donde está escrito:18«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos,19a pregonar el año del favor del Señor». (Jes 61,1; Jes 61,2)20Luego enrolló el libro, se lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos los que estaban en la sinagoga lo miraban detenidamente,21y él comenzó a hablarles: «Hoy se cumple esta Escritura en vuestra presencia».22Todos dieron su aprobación, impresionados por las hermosas palabras[1] que salían de su boca. «¿No es este el hijo de José?», se preguntaban.23Jesús continuó: «Seguramente me vais a citar el proverbio: “¡Médico, cúrate a ti mismo! Haz aquí en tu tierra lo que hemos oído que hiciste en Capernaún”.24Pues bien, os aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su propia tierra.25No cabe duda de que en tiempos de Elías, cuando el cielo se cerró por tres años y medio, de manera que hubo una gran hambre en toda la tierra, muchas viudas vivían en Israel.26Sin embargo, Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una viuda de Sarepta, en los alrededores de Sidón.27Así mismo, había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán el sirio».28Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron.29Se levantaron, lo expulsaron del pueblo y lo llevaron hasta la cumbre de la colina sobre la que estaba construido el pueblo, para tirarlo por el precipicio.
Jesús expulsa a un espíritu maligno
30Pero él pasó por en medio de ellos y se fue.31Jesús pasó a Capernaún, un pueblo de Galilea, y el sábado enseñaba a la gente.32Estaban asombrados de su enseñanza, porque les hablaba con autoridad.33Había en la sinagoga un hombre que estaba poseído por un espíritu maligno, quien gritó con todas sus fuerzas:34―¡Ah! ¿Por qué te entrometes, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!35―¡Cállate! —lo reprendió Jesús—. ¡Sal de ese hombre! Entonces el demonio derribó al hombre en medio de la gente y salió de él sin hacerle ningún daño.36Todos se asustaron y se decían unos a otros: «¿Qué clase de palabra es esta? ¡Con autoridad y poder da órdenes a los espíritus malignos, y salen!»
Jesús sana a muchos enfermos
37Y se extendió su fama por todo aquel lugar.38Cuando Jesús salió de la sinagoga, se fue a casa de Simón, cuya suegra estaba enferma con una fiebre muy alta. Le pidieron a Jesús que la ayudara,39así que se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, la cual se le fue. Ella se levantó en seguida y se puso a servirles.40Al ponerse el sol, la gente llevó a Jesús todos los que padecían de diversas enfermedades; él puso las manos sobre cada uno de ellos y los sanó.41Además, de muchas personas salían demonios que gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero él los reprendía y no los dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo.42Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar solitario. La gente andaba buscándolo y, cuando llegaron adonde él estaba, procuraban detenerlo para que no se fuera.43Pero él les dijo: «Es preciso que anuncie también a los demás pueblos las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado».44Y siguió predicando en las sinagogas de los judíos.[2]
Lukas 4
English Standard Version
The Temptation of Jesus
1And Jesus, full of the Holy Spirit, returned from the Jordan and was led by the Spirit in the wilderness (Mt 4,1; Mk 1,12; Lk 1,15; Lk 3,3; Lk 3,21; Lk 3,22; Lk 4,14; Lk 4,18; Joh 1,33; Joh 3,34; Apg 6,5; Apg 10,38)2for forty days, being tempted by the devil. And he ate nothing during those days. And when they were ended, he was hungry. (5Mo 9,9; 5Mo 9,18; 1Kön 19,8; Joh 4,6; Hebr 2,18; Hebr 4,15)3The devil said to him, “If you are the Son of God, command this stone to become bread.” (Mt 14,33; Lk 3,8)4And Jesus answered him, “It is written, ‘Man shall not live by bread alone.’” (5Mo 8,3; Lk 4,8; Lk 4,10; Joh 4,34; Eph 6,17)5And the devil took him up and showed him all the kingdoms of the world in a moment of time, (Mt 4,8)6and said to him, “To you I will give all this authority and their glory, for it has been delivered to me, and I give it to whom I will. (Offb 13,2)7If you, then, will worship me, it will all be yours.”8And Jesus answered him, “It is written, “‘You shall worship the Lord your God, and him only shall you serve.’” (5Mo 6,13; 1Sam 7,3; Lk 4,4; Lk 4,12)9And he took him to Jerusalem and set him on the pinnacle of the temple and said to him, “If you are the Son of God, throw yourself down from here, (Mt 4,5; Lk 4,3)10for it is written, “‘He will command his angels concerning you, to guard you,’ (Ps 91,11)11and “‘On their hands they will bear you up, lest you strike your foot against a stone.’” (Lk 4,10)12And Jesus answered him, “It is said, ‘You shall not put the Lord your God to the test.’” (5Mo 6,16; Jes 7,12)13And when the devil had ended every temptation, he departed from him until an opportune time. (Lk 22,53; Joh 14,30)
Jesus Begins His Ministry
14And Jesus returned in the power of the Spirit to Galilee, and a report about him went out through all the surrounding country. (Mt 4,12; Lk 4,1; Lk 4,37; Apg 1,8)15And he taught in their synagogues, being glorified by all. (Mt 4,23)
Jesus Rejected at Nazareth
16And he came to Nazareth, where he had been brought up. And as was his custom, he went to the synagogue on the Sabbath day, and he stood up to read. (Mt 13,54; Mk 6,1; Mk 6,2; Lk 2,39; Lk 2,51; Lk 4,31; Apg 13,15; Apg 13,27; Apg 15,21; Apg 17,2)17And the scroll of the prophet Isaiah was given to him. He unrolled the scroll and found the place where it was written, (Lk 3,4; Apg 8,28)18“The Spirit of the Lord is upon me, because he has anointed me to proclaim good news to the poor. He has sent me to proclaim liberty to the captives and recovering of sight to the blind, to set at liberty those who are oppressed, (Ps 146,7; Jes 42,7; Jes 58,6; Jes 61,1; Mt 11,5; Lk 4,1; Lk 6,20; Joh 9,39; Apg 1,2; Apg 26,18)19to proclaim the year of the Lord’s favor.” (3Mo 25,10; Jes 49,8; 2Kor 6,2)20And he rolled up the scroll and gave it back to the attendant and sat down. And the eyes of all in the synagogue were fixed on him. (Mt 5,1; Mt 13,2; Mt 26,55; Lk 19,48; Joh 8,2; Apg 3,4)21And he began to say to them, “Today this Scripture has been fulfilled in your hearing.” (Mt 1,22; Mk 12,10; Apg 8,35)22And all spoke well of him and marveled at the gracious words that were coming from his mouth. And they said, “Is not this Joseph’s son?” (Ps 45,2; Mt 13,55; Lk 3,23; Joh 6,42)23And he said to them, “Doubtless you will quote to me this proverb, ‘“Physician, heal yourself.” What we have heard you did at Capernaum, do here in your hometown as well.’” (Mt 11,23; Mt 27,42; Mk 2,1; Lk 23,39; Joh 4,46)24And he said, “Truly, I say to you, no prophet is acceptable in his hometown. (Mt 13,57)25But in truth, I tell you, there were many widows in Israel in the days of Elijah, when the heavens were shut up three years and six months, and a great famine came over all the land, (1Kön 17,1; 1Kön 18,1; Jak 5,17; Offb 11,6)26and Elijah was sent to none of them but only to Zarephath, in the land of Sidon, to a woman who was a widow. (1Kön 17,9)27And there were many lepers[1] in Israel in the time of the prophet Elisha, and none of them was cleansed, but only Naaman the Syrian.” (2Kön 5,1; 2Kön 7,3)28When they heard these things, all in the synagogue were filled with wrath.29And they rose up and drove him out of the town and brought him to the brow of the hill on which their town was built, so that they could throw him down the cliff. (4Mo 15,35; Apg 7,58)30But passing through their midst, he went away. (Joh 8,59; Joh 10,39)
Jesus Heals a Man with an Unclean Demon
31And he went down to Capernaum, a city of Galilee. And he was teaching them on the Sabbath, (Mt 4,13; Mt 4,23; Mk 1,21; Mk 6,2; Lk 4,15)32and they were astonished at his teaching, for his word possessed authority. (Mt 7,28; Lk 4,36)33And in the synagogue there was a man who had the spirit of an unclean demon, and he cried out with a loud voice, (Lk 4,31)34“Ha![2] What have you to do with us, Jesus of Nazareth? Have you come to destroy us? I know who you are—the Holy One of God.” (Mt 8,29; Lk 1,35; Joh 6,69; Apg 3,14; Apg 19,15; Hebr 7,26; Jak 2,19; 1Joh 2,20; Offb 3,7)35But Jesus rebuked him, saying, “Be silent and come out of him!” And when the demon had thrown him down in their midst, he came out of him, having done him no harm. (Mt 12,16; Lk 4,41)36And they were all amazed and said to one another, “What is this word? For with authority and power he commands the unclean spirits, and they come out!” (Mt 8,27; Lk 4,32)37And reports about him went out into every place in the surrounding region. (Lk 4,14)
Jesus Heals Many
38And he arose and left the synagogue and entered Simon’s house. Now Simon’s mother-in-law was ill with a high fever, and they appealed to him on her behalf. (Mt 8,14; Mk 1,29; 1Kor 9,5)39And he stood over her and rebuked the fever, and it left her, and immediately she rose and began to serve them. (Mt 8,26; Mt 17,18; Mk 4,39; Mk 9,25; Lk 8,24; Lk 9,42)40Now when the sun was setting, all those who had any who were sick with various diseases brought them to him, and he laid his hands on every one of them and healed them. (Mk 5,23)41And demons also came out of many, crying, “You are the Son of God!” But he rebuked them and would not allow them to speak, because they knew that he was the Christ. (Mt 1,17; Mt 14,33; Mk 3,11; Lk 4,33; Apg 16,17)
Jesus Preaches in Synagogues
42And when it was day, he departed and went into a desolate place. And the people sought him and came to him, and would have kept him from leaving them, (Mk 1,35; Mk 1,36; Lk 5,16)43but he said to them, “I must preach the good news of the kingdom of God to the other towns as well; for I was sent for this purpose.” (Mt 4,23; Mt 24,14; Lk 8,1; Lk 13,33; Lk 16,16; Apg 8,12)44And he was preaching in the synagogues of Judea.[3] (Mk 1,39)