1SEÑOR, has derramado admirables bendiciones sobre esta tierra. Has renovado el destino2y has perdonado los pecados de tu pueblo; has sepultado sus culpas,3de modo que tu ira, tu ardiente enojo, ya se ha apagado.4Ahora regresa a nosotros, Dios de nuestra salvación. Haz a un lado tu enojo contra nosotros.5¿O continuarás siempre enojado con nosotros? ¿Tu ira continuará hasta las más lejanas generaciones?6¿No volverás a darnos nueva vida, para que tu pueblo se alegre en ti?7SEÑOR, muéstranos tu inagotable amor, y concédenos tu salvación.8Estoy atento a cuanto el SEÑOR está diciendo, porque da palabras de paz a su pueblo, a sus fieles. No los dejes regresar a sus caminos de necedad.9Ciertamente, su salvación está cerca de quienes lo honran; nuestra tierra estará llena de su gloria.10La misericordia y la verdad se encontraron. La justicia y la paz se besaron.11La verdad brota de la tierra y la rectitud sonríe desde el cielo.12Sí, el SEÑOR derrama sus bendiciones sobre la tierra y esta produce abundantes cosechas.13La justicia marcha delante de él para abrir el camino a sus pasos.