1Las personas necias afirman que no hay Dios. Están corrompidas, sus obras son detestables; ¡no hay un solo individuo que haga lo bueno!2Desde el alto cielo mira el SEÑOR para ver si entre toda la humanidad hay aunque sea uno que sea entendido y busque a Dios.3Pero no; todos se han descarriado; todos están corrompidos por el pecado. No hay ninguno bueno, ¡ni siquiera uno!4¿Acaso no entienden todos los que hacen lo malo? Devoran a mi pueblo como pan; y en cuanto a orar, ¡ni pensarlo!5El terror los acosará, pues Dios está con los que lo obedecen.6Los malvados frustran los planes de los oprimidos pero el SEÑOR los protege.7¡Ojalá que desde Sion viniera Dios para salvar a su Israel! ¡Qué gozo habrá en Israel y cómo gritará de alegría Jacob, cuando el SEÑOR haya rescatado a su pueblo!
Psalm 14
Nueva Versión Internacional (Castellano)
Al director musical. Salmo de David.
1– Dice el necio en su corazón: «No hay Dios». Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno! (Ps 53,1)2Desde el cielo, el SEÑOR contempla a los mortales, para ver si hay alguien que sea sensato y busque a Dios.3Pero todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!4¿Acaso no tienen entendimiento todos los que hacen lo malo, los que devoran a mi pueblo como si fuera pan? ¡Jamás invocan al SEÑOR!5Allí los tenéis, sobrecogidos de miedo, pero Dios está con los que son justos.6Vosotros frustráis los planes de los pobres, pero el SEÑOR los protege.7¡Quiera Dios que de Sión venga la salvación de Israel! Cuando el SEÑOR restaure a su pueblo,[1] ¡Jacob se regocijará, Israel se alegrará!