Al director del coro. En sheminit. Salmo de David.
1¡Salva, oh YHVH, porque se están acabando los piadosos! Porque han desaparecido los leales entre los hijos del hombre.2Hablan falsedades, cada uno a su prójimo, Hablan con labios lisonjeros y doblez de corazón.3¡Corte YHVH todo labio lisonjero, Y la lengua que habla altanerías!4A los que dicen: Haremos poderosa a nuestra lengua, Nuestros labios están con nosotros, ¿Quién es señor sobre nosotros?5Por la opresión de los pobres, Por el gemido del menesteroso, Ahora me levantaré, dice YHVH. Pondré en seguridad a los que son escarnecidos.6Las palabras de YHVH son palabras puras, Como plata refinada en un crisol en la tierra, Purificada siete veces.7Tú los guardarás, oh YHVH, Nos preservarás de esta generación para siempre.8Por todos lados deambulan los malvados, Cuando la vileza es exaltada entre los hijos del hombre.
Salmo 12
Nueva Versión Internacional (Castellano)
Al director musical. Sobre la octava. Salmo de David.
1Sálvanos, SEÑOR, que ya no hay gente fiel; ya no queda gente sincera en este mundo.[1]2No hacen sino mentirse unos a otros; sus labios lisonjeros hablan con doblez.3El SEÑOR cortará todo labio lisonjero y toda lengua jactanciosa4que dice: «Venceremos con la lengua; en nuestros labios confiamos. ¿Quién puede dominarnos?»5Dice el SEÑOR: «Voy ahora a levantarme, y pondré a salvo a los oprimidos, pues al pobre se le oprime, y el necesitado se queja».6Las palabras del SEÑOR son puras, son como la plata refinada, siete veces purificada en el crisol.7Tú, SEÑOR, nos protegerás; tú siempre nos defenderás de esta gente,8aun cuando los malvados sigan merodeando, y la maldad sea exaltada en este mundo.