1¡Llamad pues a vuestros hermanos Ammi, y a vuestras hermanas Ruhama!2¡Contended con vuestra madre, contended, Que ella no es mi mujer ni Yo soy su marido, Para que se quite de su cara sus fornicaciones, Y sus adulterios de entre sus pechos!3No sea que la despoje Y la deje totalmente desnuda Y la ponga como el día que nació, Y la deje como el desierto, Y la reduzca a tierra árida, Y la haga morir de sed,4Y no me compadezca de sus hijos, porque son hijos bastardos.5Sí, su madre se ha prostituido; la que los dio a luz se deshonró, Pues se dijo: Iré en pos de mis amantes, Los cuales me dan mi pan y mi agua, Mi lana y mi lino, mi aceite y mi vino.6¡He aquí Yo cerco tu camino con zarzales! Cercaré con muro su muro para que no encuentre sus senderos.7Perseguirá a sus amantes y no los alcanzará, Los buscará y no los encontrará; Y dirá: ¡Volveré con mi primer marido, Porque entonces me iba mejor que ahora!8Ella no entendía que era Yo quien le daba El grano, el mosto y el aceite, Quien le multiplicaba la plata y el oro, que usan para Baal.9Por eso le quitaré otra vez mi grano a su tiempo y mi mosto a su sazón, Recuperaré mi lana y mi lino con que cubría su desnudez.10Descubriré su infamia ante sus amantes, Y no habrá quien la libre de mi mano.11Pondré fin a todo su alborozo: A sus fiestas, sus novilunios y sus shabbatot, Y a todas sus solemnidades.12Arrasaré su vid y su higuera, de los que decía: Son mi paga, Me la dieron mis amantes. Las convertiré en matorrales, y las comerán las bestias del campo.13La castigaré por los días dedicados a los Baales, A los cuales les quemaba incienso, Y adornándose con aretes y gargantillas, Iba en pos de sus amantes, y se olvidaba de mí, dice YHVH.14Por tanto Yo la atraeré y la conduciré al desierto, Y le hablaré a su corazón,15Allí le daré sus viñas y el valle de Acor como puerta de esperanza; Allí me responderá como en su juventud, Como cuando salió de Egipto.16Y sucederá en aquel día, dice YHVH, Tú me llamarás ’Ishí, y ya no me llamarás Ba’alí,17Pues quitaré de su boca los nombres de los Baales, Y sus nombres no serán más invocados.18Pactaré a favor de ellos un pacto con las bestias salvajes, Con las aves de los cielos y con los reptiles de la tierra; Romperé el arco, la espada y las batallas de la tierra, Y haré que reposen seguros.19Te desposaré conmigo para siempre, Te desposaré conmigo en justicia y derecho, En benignidad y gran misericordia.20Te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a YHVH.21Aquel día responderé. Oráculo de YHVH: Yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra,22Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, Y ellos responderán a Jezreel.23Y la sembraré en la tierra para mí mismo, Y me compadeceré de Lo-ruhama, Y diré a Lo-ammi: Pueblo mío. Y él responderá: ¡Tú eres mi Dios!
Oseas 2
Nueva Versión Internacional (Castellano)
1»Llamad a vuestros hermanos: “Pueblo mío”,[1] y a vuestras hermanas: “Compadecidas”.[2]
Castigo y restauración de Israel
2»¡Echadle en cara a vuestra madre que ni ella es mi esposa ni yo su esposo! ¡Que se quite del rostro el maquillaje de prostituta, y de entre los pechos los adornos de ramera!3De lo contrario, la desnudaré por completo; la dejaré como el día en que nació. La pondré como un desierto: ¡la convertiré en tierra seca y la mataré de sed!4No tendré compasión de sus hijos, porque son hijos de prostitución.5Su madre es una prostituta; ¡la que los concibió es una sinvergüenza! Pues dijo: “Quiero ir tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas”.6Por eso le cerraré el paso con espinos; la encerraré para que no encuentre el camino.7Con ardor perseguirá a sus amantes, y al no encontrarlos dirá: “Prefiero volver con mi primer esposo, porque antes me iba mejor que ahora”.8Ella no ha querido reconocer que soy yo quien le da el grano, el vino nuevo y el aceite. Yo le he multiplicado la plata y el oro, ¿y qué hizo con ellos? ¡Falsos dioses![3]9»Por eso, llegado el momento le quitaré mi trigo y mi vino nuevo. La dejaré sin la lana y el lino que le di para cubrir su desnudez.10Voy a exhibir su vergüenza a la vista de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.11Pondré fin a todo su jolgorio: sus peregrinaciones, sus lunas nuevas, sus días de reposo, y sus fiestas solemnes.12Devastaré sus vides y sus higueras, que consideraba la paga de sus amantes. Las convertiré en maleza, y los animales del campo acabarán con ellas.13La llamaré a cuentas por los días en que quemaba ofrendas a sus falsos dioses, cuando se adornaba con zarcillos y joyas, y, olvidándose de mí, se iba tras sus amantes —afirma el SEÑOR—.14»Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura.15Allí le devolveré sus viñedos, y convertiré el valle de la Desgracia[4] en el paso de la Esperanza. Allí me corresponderá, como en los días de su juventud, como en el día en que salió de Egipto. (Jos 7:24)16»En aquel día —afirma el SEÑOR—, ya no me llamarás: “mi señor”,[5] sino que me dirás: “esposo mío”.17Te quitaré de los labios el nombre de tus falsos dioses, y nunca más volverás a invocarlos.18Aquel día haré en tu favor un pacto con los animales del campo, con las aves de los cielos y con los reptiles de la tierra. Eliminaré del país arcos, espadas y guerra, para que todos duerman seguros.19Yo te haré mi esposa para siempre, y te daré como dote el derecho y la justicia, el amor y la compasión.20Te daré como dote mi fidelidad, y entonces conocerás al SEÑOR.21»En aquel día yo responderé —afirma el SEÑOR—; yo le responderé al cielo, y el cielo le responderá a la tierra;22la tierra les responderá al cereal, al vino nuevo y al aceite, y estos le responderán a Jezrel.[6]23Yo la sembraré para mí en la tierra; me compadeceré de la “Indigna de compasión”, a “Pueblo ajeno” lo llamaré: “Pueblo mío”;[7] y él me dirá: “Mi Dios”». (Os 1:6; Os 1:8; Os 2:1)