1Entonces oró Jonás a YHVH su Dios desde el vientre del pez,2y dijo: En mi angustia invoqué a YHVH, Y Él me respondió; Del vientre del Seol pedí socorro, Y Tú escuchaste mi voz.3Me arrojaste a lo profundo, En medio de los mares, y me rodeó la corriente: Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.4Me dije: Desechado soy de tu presencia, ¿Cómo podré volver a contemplar tu santa Casa?5Las aguas me rodearon hasta el alma; Me rodeó el abismo. Las algas se enredaron en mi cabeza.6Descendí a los cimientos de los montes, Y cuando la tierra echaba sus cerrojos Para siempre sobre mí, Tú, oh YHVH, Dios mío, Sacaste de la fosa mi vida,7Cuando mi alma desfallecía en mí, Me acordé de YHVH, Y mi oración llegó hasta ti en tu santa Casa.8Los que siguen la vanidad de sus ídolos se alejan de su misericordia;9Pero yo te ofreceré sacrificio de alabanza, Y cumpliré lo que prometí. ¡La salvación es de YHVH!10Entonces YHVH dio orden al pez, Y éste vomitó a Jonás en tierra.
Jonás 2
Nueva Biblia Viva
Oración de Jonás
1Entonces Jonás oró al SEÑOR desde el vientre del pez:2«En medio de mi gran angustia clamé al SEÑOR, y él me respondió. Estando ya muy cerca de morir te pedí ayuda, y tú, SEÑOR, oíste mi súplica.3Me arrojaste a las profundidades del mar; me hundí en las corrientes de las aguas, y tus olas tempestuosas pasaron sobre mí.4Entonces dije: “He sido arrojado de tu presencia. ¿Cómo me será posible volver a visitar tu santo templo de Jerusalén?”.5»Las aguas me rodearon y la muerte estaba cada vez más cerca; estaba en lo más profundo y las algas se enredaban a mi cuerpo.6Descendí hasta donde están las bases de las montañas que salen de lo profundo del océano. La vida se me escapaba poco a poco, y me sentía ya más muerto que vivo. Pero tú, SEÑOR, Dios mío, me salvaste de esa situación desesperada y me permitiste seguir con vida.7»Cuando casi había perdido toda mi esperanza, mis últimos pensamientos los dirigí una vez más al SEÑOR, y mi oración desesperada fue escuchada por él.8Los que confían en dioses falsos no saben lo que se están perdiendo; desprecian el inmenso amor de Dios.9»Pero yo para siempre te rendiré homenaje y te ofreceré sacrificios rituales en agradecimiento por lo que has hecho por mí. Cumpliré las promesas que te hice. ¡Solamente el SEÑOR me puede salvar!».10Entonces el SEÑOR ordenó al pez que vomitara a Jonás en la playa, y así lo hizo el pez.