1El Espíritu del SEÑOR Todopoderoso está sobre mí, porque me eligió para traer buenas noticias a los pobres, para consolar a los afligidos y para anunciarles a los prisioneros que pronto van a quedar en libertad.2El SEÑOR me ha enviado a decir a los que lloran que ha llegado para ellos la hora de la compasión de Dios, y el día de su ira contra los enemigos de ellos.3A todos los que guardan luto en Israel les dará: belleza en vez de cenizas, júbilo en vez de llanto, y alabanza en vez de abatimiento. Porque para gloria de Dios, él mismo los ha plantado como vigorosos y esbeltos robles.4Entonces ellos reedificarán las antiguas ruinas, repararán las ciudades que hace largo tiempo fueron destruidas; las levantarán, aunque por generaciones han estado derruidas.5Los extranjeros serán los siervos de ustedes, les darán de comer a sus rebaños, ararán sus tierras y cuidarán sus viñedos.6Ustedes serán llamados sacerdotes del SEÑOR, ministros de Dios. Se nutrirán de los tesoros de las naciones y en sus riquezas se gloriarán todos ustedes.7En lugar de vergüenza y deshonra, gozarán doble porción de prosperidad y de alegría perpetua.8Porque yo, el SEÑOR, amo la justicia, detesto el robo y el mal. Fielmente recompensaré a mi pueblo por sus sufrimientos y con ellos estableceré pacto perpetuo.9Sus descendientes tendrán renombre y serán famosos entre las naciones. Todos reconocerán que son un pueblo bendecido por Dios.10Dice el profeta: ¡Dejen que les cuente la felicidad que Dios me ha dado! Me ha cubierto con vestiduras de salvación y me ha puesto un manto de justicia. Soy como novio vestido para celebrar la boda o como una novia enjoyada para el desposorio.11El SEÑOR mostrará a las naciones del mundo su justicia; todos lo alabarán. Su justicia será como un árbol con renuevos, o como huerto al comenzar la primavera, lleno de plantas que brotan por doquier.
Jesaja 61
Nueva Versión Internacional (Castellano)
El año del favor del Señor
1El Espíritu del SEÑOR omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros,2a pregonar el año del favor del SEÑOR y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo,3y a confortar a los dolientes de Sión. Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados robles de justicia, plantío del SEÑOR, para mostrar su gloria.4Reconstruirán las ruinas antiguas, y restaurarán los escombros de antaño; repararán las ciudades en ruinas, y los escombros de muchas generaciones.5Gente extraña pastoreará vuestros rebaños, y vuestros campos y viñedos serán labrados por un pueblo extranjero.6Pero a vosotros os llamarán«sacerdotes del SEÑOR»; os dirán«ministros de nuestro Dios». Os alimentaréis de las riquezas de las naciones, y os jactaréis de los tesoros de ellas.7En vez de vuestra vergüenza, mi pueblo recibirá doble porción; en vez de deshonra, se regocijará en su herencia; y así en su tierra recibirá doble herencia, y su alegría será eterna.8«Yo, el SEÑOR, amo la justicia, pero odio el robo y la iniquidad. En mi fidelidad los recompensaré y haré con ellos un pacto eterno.9Sus descendientes serán conocidos entre las naciones, y sus vástagos, entre los pueblos. Quienes los vean reconocerán que ellos son descendencia bendecida por el SEÑOR».10Me deleito mucho en el SEÑOR; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema, o una novia adornada con sus joyas.11Porque así como la tierra hace que broten los retoños, y el huerto hace que germinen las semillas, así el SEÑOR omnipotente hará que broten la justicia y la alabanza ante todas las naciones.