1¡Oh YHVH, inclina tu oído y respóndeme! Porque estoy afligido y menesteroso.2Guarda mi alma, porque soy piadoso, Dios mío, salva a tu siervo que en ti confía.3Oh Adonay, ten misericordia de mí, Porque a ti clamo todo el día.4Oh Adonay, alegra el alma de tu siervo, Porque a ti elevo mi alma.5Porque Tú Adonay, eres bueno y perdonador, Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.6Oh YHVH, oye mi oración, Y atiende a la voz de mis ruegos.7En el día de mi adversidad te llamaré, Porque Tú me responderás.8Oh Adonay, no hay como Tú entre los dioses, Ni obras como las tuyas.9Oh Adonay, todas las naciones que hiciste vendrán y se postrarán delante de ti, Y glorificarán tu Nombre,10Porque Tú eres grande, y hacedor de maravillas; ¡Sólo Tú eres ’Elohim!11Enséñame, oh YHVH, tu camino; caminaré en tu verdad; Afirma mi corazón, para que tema tu Nombre.12¡Oh Adonay, Dios mío, te alabaré con todo mi corazón, Y glorificaré tu Nombre para siempre!13Porque tu misericordia ha sido grande para conmigo, Has librado mi alma de las profundidades del Seol.14¡Oh ’Elohim! los soberbios se levantaron contra mí, Y una banda de violentos busca mi vida, Y no te han tenido en cuenta.15Pero Tú, Adonay, eres un Dios compasivo y misericordioso, Lento para la ira y grande en misericordia y verdad.16Mírame, y ten misericordia de mí, Da tu fortaleza a tu siervo Y salva al hijo de tu sierva.17Muéstrame alguna señal de tu favor, Véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados, Porque Tú, oh YHVH, me has ayudado y consolado.
Salmo 86
Nueva Versión Internacional (Castellano)
Oración de David.
1Atiéndeme, SEÑOR; respóndeme, pues pobre soy y estoy necesitado.2Presérvame la vida, pues te soy fiel. Tú eres mi Dios, y en ti confío; ¡salva a tu siervo!3Compadécete, Señor, de mí, porque a ti clamo todo el día.4Reconforta el espíritu de tu siervo, porque a ti, Señor, elevo mi alma.5Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan.6Presta oído, SEÑOR, a mi oración; atiende a la voz de mi clamor.7En el día de mi angustia te invoco, porque tú me respondes.8No hay, Señor, entre los dioses otro como tú, ni hay obras semejantes a las tuyas.9Todas las naciones que has creado vendrán, Señor, y ante ti se postrarán y glorificarán tu nombre.10Porque tú eres grande y haces maravillas; ¡solo tú eres Dios!11Instrúyeme, SEÑOR, en tu camino para conducirme con fidelidad. Dame integridad de corazón para temer tu nombre.12Señor mi Dios, con todo el corazón te alabaré, y por siempre glorificaré tu nombre.13Porque grande es tu amor por mí: me has librado de caer en el sepulcro.14Gente altanera me ataca, oh Dios; una banda de asesinos procura matarme. ¡Son gente que no te tiene en cuenta!15Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad.16Vuélvete hacia mí, y ten compasión; concédele tu fuerza a este siervo tuyo. ¡Salva a tu hijo fiel![1]17Dame una muestra de tu amor, para que mis enemigos la vean y se avergüencen, porque tú, SEÑOR, me has brindado ayuda y consuelo.