Psalm 53 | Nueva Versión Internacional (Castellano) Nueva Versión Internacional

Psalm 53 | Nueva Versión Internacional (Castellano)

Al director musical. Según majalat. Masquil de David.

1 – Dice el necio en su corazón: «No hay Dios». Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno! 2 Desde el cielo Dios contempla a los mortales, para ver si hay alguien que sea sensato y busque a Dios. 3 Pero todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo! 4 ¿Acaso no entienden todos los que hacen lo malo, los que devoran a mi pueblo como si fuera pan? ¡Jamás invocan a Dios! 5 Allí los tenéis, sobrecogidos de miedo, cuando no hay nada que temer. Dios dispersó los huesos de quienes te atacaban; tú los avergonzaste, porque Dios los rechazó. 6 ¡Quiera Dios que de Sión venga la salvación para Israel! Cuando Dios restaure a su pueblo,* se regocijará Jacob; se alegrará todo Israel.

La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional TM, NVI TM (Castilian) Copyright © 1999, 2005, 2017 by Biblica, Inc. Used with permission. All rights reserved worldwide. “Nueva Versión Internacional” is a trademark registered in the United States Patent and Trademark Office and in the Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) by Biblica, Inc. The “NVI”, “Biblica”, “International Bible Society” and the Biblica Logo are trademarks registered in the United States Patent and Trademark Office by Biblica, Inc. Used with permission.

Nueva Versión Internacional
1 Dice el necio en su corazón: «No hay Dios.» Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno! 2 Desde el cielo Dios contempla a los mortales, para ver si hay alguien que sea sensato y busque a Dios. 3 Pero todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo! 4 ¿Acaso no entienden todos los que hacen lo malo, los que devoran a mi pueblo como si fuera pan? ¡Jamás invocan a Dios! 5 Allí los tienen, sobrecogidos de miedo, cuando no hay nada que temer. Dios dispersó los huesos de quienes te atacaban; tú los avergonzaste, porque Dios los rechazó. 6 ¡Quiera Dios que de Sión venga la salvación para Israel! Cuando Dios restaure a su pueblo,* se regocijará Jacob; se alegrará todo Israel.