Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. Salmo de David.
1Responde a mi clamor, Dios mío y defensor mío. Alivia mi pena. Ten piedad de mí; escucha mi oración.2El SEÑOR Dios pregunta: «Ustedes, señores, ¿hasta cuándo van a estar convirtiendo mi gloria en vergüenza? ¿Hasta cuando amarán ídolos vanos e irán en pos de lo ilusorio?».3Oigan bien: El SEÑOR ha separado para sí a los redimidos; por tanto me escuchará y me responderá cuando lo llame.4No pequen permitiendo que el enojo los controle. Medítenlo cuando por la noche vayan a descansar.5Pongan su confianza en el SEÑOR, y preséntenle sacrificios agradables.6Muchos dicen que tú, SEÑOR, jamás nos auxiliarás. Haz que la luz de tu rostro resplandezca sobre nosotros.7Sí, la alegría que me has dado es mucho mayor que el gozo de ellos en la siega cuando contemplan su abundante cosecha de grano y vino.8En paz me acostaré y dormiré porque sólo tú, SEÑOR, me haces vivir seguro.
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