1Respuesta de Zofar de Namat:2«Me apresuro a responder, pues tengo la contestación para ti:3Has tratado de hacerme avergonzar de mí mismo por llamarte pecador, pero mi espíritu no me permite detenerme.4»Bien sabes tú que desde antaño, desde que Dios puso al hombre en la tierra,5el triunfo del malvado ha sido breve, y efímero el gozo del impío.6Aunque el impío sea altivo como los cielos y ande con la nariz levantada,7perecerá para siempre, arrojado como su propio excremento. Quienes lo conocieron se preguntarán adónde habrá ido a parar.8Se esfumará como un sueño.9Ni sus amigos ni su familia lo volverán a ver jamás.10Sus hijos tendrán que resarcir a los pobres; con duro trabajo pagarán ellos lo que él robó.11En plena juventud, sus huesos irán al polvo.12»Disfrutó la delicia de su maldad derritiéndola en su boca,13sorbiéndola lentamente para que no se consumiera.14Pero repentinamente los manjares que ha comido se le agrian en su interior.15Vomitará los despojos que tragó, Dios no le permitirá que los retenga.16Para él son veneno y muerte.17No disfrutará de los arroyos de aceite y los torrentes de miel y requesón que robó.18Sus esfuerzos no tendrán recompensa; la riqueza no le dará dicha.19Por cuanto ha oprimido a los pobres y se robó la casa que no construyó, jamás se repondrá.20»Aunque siempre fue codicioso, ahora no tiene nada; de todo cuanto soñó, nada le queda.21Por cuanto nada escapó de su voracidad, su bienestar no será duradero.22»Cuando esté en la cumbre de su poderío, se meterá en dificultades; todos los malvados lo destruirán.23Cuando esté a punto de llenarse el estómago, Dios derramará su ira sobre él,24será perseguido y derribado.25Le sacarán del cuerpo la flecha, cuya punta reluciente goteará bilis. Terrores de muerte lo asaltarán.26Sus tesoros se perderán en la más profunda oscuridad. Un fuego rugiente tragará sus bienes, consumiendo cuanto ha dejado.27Los cielos revelarán sus pecados y la tierra dará testimonio en su contra.28Su riqueza desaparecerá bajo la ira de Dios.29Este es el fin que Dios reserva al malvado, tal es la herencia que le asignó».
Nueva Versión Internacional (Castellano)
Segundo discurso de Zofar
1A esto respondió Zofar de Namat:2«Mis turbados pensamientos me hacen replicar, pues me hallo muy desconcertado.3He escuchado una reprensión que me deshonra, y mi inteligencia me obliga a responder.4»Bien sabes tú que desde antaño, desde que Dios puso al hombre* en la tierra,5muy breve ha sido la algarabía del malvado; la alegría del impío ha sido pasajera.6Aunque su orgullo llegue hasta los cielos y alcance a tocar con la cabeza las nubes,7él perecerá para siempre, como su excremento, y sus allegados dirán: “¿Qué fue de él?”8Como un sueño, como una visión nocturna, se desvanecerá y no volverá a ser hallado.9Los ojos que lo vieron no volverán a verlo; su lugar no volverá a contemplarlo.10Sus hijos tendrán que resarcir a los pobres; ellos mismos restituirán las riquezas de su padre.11El vigor juvenil que hoy sostiene sus huesos un día reposará en el polvo con él.12»Aunque en su boca el mal sabe dulce y lo disimula bajo la lengua,13y aunque no lo suelta para nada, sino que tenazmente lo retiene,14ese pan se le agriará en el estómago; dentro de él se volverá veneno de áspid.15Vomitará las riquezas que engulló; Dios hará que las arroje de su vientre.16Chupará veneno de serpientes; la lengua de un áspid lo matará.17No disfrutará de los arroyos, de los ríos de crema y miel;18no engullirá las ganancias de sus negocios; no disfrutará de sus riquezas,19porque oprimió al pobre y lo dejó sin nada, y se adueñó de casas que nunca construyó.20»Su ambición nunca quedó satisfecha; ¡nada quedó a salvo de su codicia!21Nada se libró de su voracidad; por eso no perdurará su bienestar.22En medio de la abundancia, lo abrumará la angustia; le sobrevendrá toda la fuerza de la desgracia.23Cuando el malvado se haya llenado el vientre, Dios dará rienda suelta a su enojo contra él, y descargará sobre él sus golpes.24Aunque huya de las armas de hierro, una flecha de bronce lo atravesará.25Cuando del hígado y de la espalda intente sacarse la punta de la flecha, se verá sobrecogido de espanto,26y la oscuridad total acechará sus tesoros. Un fuego no atizado acabará con él y con todo lo que haya quedado de su casa.27Los cielos harán pública su culpa; la tierra se levantará a denunciarlo.28En el día de la ira de Dios, un aluvión arrasará su casa.29Tal es el fin que Dios reserva al malvado; tal es la herencia que le asignó».
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